¡Dentro mío hay un poder! ¡Es el poder de la resurrección!

Dios tiene un plan eterno y es que todo gire alrededor de Cristo. Que todo sea reunido a Su alrededor.

Con el pecado que entra con Adán y Eva, todo se dispersó por todos lados. Lo único que puede volver a reunirlo es la cruz de Cristo.

Juan 12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.

Él fue levantado de la Cruz y todo está siendo reunido a Su alrededor.

Había mucha gente a los pies de la Cruz. Es un momento profético de lo que iba a pasar. Que seremos todos atraídos a Él.

Puede ser que seamos atraídos por otras cosas que no son la cruz, que no es Cristo.

Por ejemplo: las actividades del día. Giramos alrededor de lo que nos pasa o de personas o situaciones.

La cruz aún está obrando. Le rendimos esos pensamientos y empezamos a vivir en resurrección. Ahí giramos alrededor de la persona de Cristo.

Otro ejemplo es girar alrededor de un evento, trámite, viaje, una fecha.

El Señor te dice: “¿me rendirías ese evento, fecha?”

¿Cuántas verdades espirituales dejamos pasar porque estamos enfocados en nosotros mismos?

Él es más importante que cualquier otra cosa.

La cruz le dio fin a la vieja creación y se liberó la Vida.

¿Qué significa que soy un resucitado?

Vivo en la nueva creación, ahora Cristo vive en mí y se expresa a través mío.

2 Corintios 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

¡¡Todo está pagado!!

Apocalipsis 12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Siempre el enemigo traerá dudas. Acusa de día y de noche. Quiere que vivas en culpa constante.

Tenemos que aprender a discernir esas acusaciones.

A veces la acusación es específica y otras no. Te das cuenta porque te levantas como agotado, intranquilo, desanimado y no sabés por qué. Ahí tenés que saber que el enemigo te está acusando.

O específicas: “vos no vas a llegar a ese nivel”, “¿vos estás ahí hablando con que hiciste?”

¿Cómo sabemos si es el enemigo o Dios hablándome?

El diablo acusa, pero el Señor es nuestro abogado. Él nos defiende.

Nos dio en la cruz su sangre como garantía que toda nuestra vieja naturaleza fue muerta en la cruz, ya no tiene poder. Y la sangre nos limpia de todo pecado.

El Señor me hace ver mi pecado pero me hace acercar a ÉL. El enemigo hace lo contrario, para que me aleje.

Cuando nos trae luz y vemos nuestro pecado, pedimos perdón y la sangre nos limpia. Ahí estamos libre y tenemos paz.

Cuando el enemigo venga acusando, tenemos que identificar la acusación y una vez que la identifique le decimos : “satanás esto no es verdad”.

Le ponemos freno. Que es Cristo.

Juan 8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

Esta mujer había cometido un pecado. El Señor no contestó ninguna sola palabra. No respondió la pregunta.

Se inclina y escribe en la tierra. Cambió la piedra que podría haber tirado, porque era el único sin pecado, La cambia por la cruz.

¡Hemos heredado todo! ¡Somos Sus herederos!

Todo lo que Cristo logró nos ha sido dado: Autoridad y poder.

Nuestro Señor, si le damos un centímetro, va a avanzar un kilómetro.

¿Qué estás intentando ser? ¿Qué quiere Dios que seas? 

¡Señor, crecé en mí!

Él no se conforma. Está construyendo un palacio para vivir totalmente en nuestra vida.

Que lo único que nos importe sean los intereses del Hijo.

 Girá solo alrededor de Cristo, de nada más.