Él es nuestra fiesta.
Había siete fiestas que el pueblo de Israel tenía que celebrar.
Veremos ahora la pascua y los panes sin levadura.
Son fiestas organizadas por Dios. Y estamos invitados. Él protagonista es Él.
Dios hace una fiesta porque es un Dios feliz.
Es raro porque nos enseñaron que era un Dios serio.
Feliz como terminó bíblico: bienaventurado. Dichoso, permanente bendecido, bendito, feliz en sí mismo y aún glorioso.
Está felicidad no es algo que podamos lograr nosotros. Solo Dios nos las puede dar.
Él derrama de lo que Él es. Es feliz.
Está feliz en la fiesta porque está Cristo y la iglesia. El novio y la novia.
Está fiesta es única, es solemne.
Él está y es grande, profundo. La solemnidad es la grandeza de Él.
Ahí se come comida exclusiva. Lo único que nos da es Cristo. Podemos comer todo lo que queramos.
¿De qué se charla? De Cristo y de los buenos recuerdos, es decir de los testimonios experimentados con Él. No hay queja ni lamento.
En la fiesta no tengo que servir, está todo hecho.
Solo experimento al Señor, hay paz y gozo.
La fiesta de la pascua duraba un día. Y terminaba y empezaba otra de siete días.
La pascua es el recordatorio de que Dios había librado al pueblo de la esclavitud. Cristo nos ha librado de toda esclavitud.
Pascua significa pasar por encima. Come rápido a Cristo porque luego viene la plena libertad.
La sangre del cordero que se pintaba en los dinteles era para Dios. La protección del Señor en nuestra casa.
Él pasa por encima y nos protege al ver a Cristo en nosotros.
Jesús celebra la pascua en la última cena y anuncia que empieza una nueva fiesta comenzando en la cruz.
Marcos 14:13-15 13 Y envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle, 14 y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? 15 Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparado para nosotros allí.
El aposento ya estaba preparado. Es algo misterioso. Así se mueve Él.
El ya hizo lo que nosotros no tenemos que hacer. Todo está preparado para tu bendición.
Los problemas a resolver por Dios: el pecado y los pecados.
Pecado: la raíz, nuestras peculiaridades.
Pecados: las acciones.
Es una raíz muy sutil. Está envenenada. Significa que creo que en algún momento voy a encontrar en mí algo bueno en mi vieja naturaleza.
Entonces “tengo que mejorar”. “Con dedicación, con esfuerzo y voy una persona mejorada”.
Pero Dios no me hace un poco mejor, Dios me saca de la vieja naturaleza y me da una nueva, que es Cristo.
La vieja naturaleza tiene que ser descartada completamente. No hay nada bueno ahí.
Deja de buscar qué tenés que hacer vos! Cristo ya está en vos!!!
Sparks dice que Dios le hizo una demanda a Abraham. Salí de tu tierra.
Lo primero que tiene que hacer es salir de la tierra corrompida porque aunque se ve hermoso hay corrupción por dentro.
No intentes más con tus fuerzas agradar a Dios, ni aplicar la Palabra.
Cada reacción nuestra a la vida debe ser para vaciarnos de nosotros mismos y no para cuidarnos.
No hay nada para cuidar en mi vieja naturaleza. Todo está corrompido.
El Señor me quiere cambiar de fuente. Qué es la vida de Cristo.
Si hay Cristo es lo que Él busca, nada de lo nuestro.
Cuando hablás como represente de Dios la gente lo ve a Él. No a vos.
Romanos 9:16 16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
No depende de nosotros!
Ni de nuestro esfuerzo y deseo.
1 Corintios 6:17 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
Sos representante del Señor, lo disfrutás, comés de Él y él se expresa.
Jesús te dice “no importa que usaste tu vieja naturaleza y te equivocaste”. Él quiere que vayamos a Su encuentro. Como a Pedro cuando resucitó.
