Vos tenés palabras de vida. La carga antecede al movimiento de Dios.
La carga es antes del mover divino.
Génesis 1:3 3Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
El creo con Su Palabra.
Entonces Dios dijo a Moisés… y luego las aguas se abrieron.
Habló Jesús y la muerte obedeció a la vida en Lázaro.
La carga es la vida, Cristo que se empieza a mover en nuestra vida.
La carga tiene peso.
Puedo dar cargas en el alma y no me impactan. No tienen el peso de la vida o puedo dar cargas en el Espíritu. Y va a producir un impacto. Porque es Cristo. Me lleva al
Altar inmediatamente. No te la olvidás porque es el aumento de Cristo en vos.
Cargas simultáneas: la misma carga que reciben varias personas.
Cargas progresivas: le da a una persona y a otra, otra que complementa la primera y a otro, otra que complementa la segunda, etc y vemos el cuadro completo.
Carga cadena o antorcha: recibo la carga y se la paso a otra persona. La transfiero a otros que el Señor me dice.
Carga rebote: el Señor le da a alguien la carga y la persona la rechaza. Un vaso rendido ahora la recibe multiplicada.
Rut tenía que ser redimida por un pariente cercano, ese pariente puso una excusa, entonces Booz la redime porque se desata algo generacional hasta llegar a Cristo.
Carga silenciosa: sin palabras, un abrazo, una mano en el hombre, una mirada, viene del Señor, no de nosotros. ¡No hay que agregarle nada!
Carga espontánea: las que salen sin que nos demos cuenta. Estamos hablando decimos algo y al otro algo que decimos le hizo sentido.
A veces nosotros también notamos que sale una carga, otras veces no lo notamos.
El secreto para que yo pueda dar una carga es el altar.
La carga aparece cuando hay un vaso rendido.
Solo un rendido puede cargar una carga, no puedo cargarla con mi alma. Es espiritual, no natural.
La carga forma parte de la agenda celestial, no de la mía humana. Rompe la agenda natural por eso te lleva al altar, sino no hay manera de experimentarla.
Si no paso al altar la carga te consume.
La carga tiene eternidad.
Ejemplo: Jonás no se rindió ante la carga.
Frente a lo que nos da miedo nos vamos para el otro lado.
Jesús le da una carga a los discípulos: “denle ustedes de comer”
Y ellos desesperan, hacen cálculos por qué piensan que ellos lo tienen que hacer.
Juan 6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Los discípulos se cargaron la carga en sus espaldas.
El nene estaba dispuesto a dar de lo suyo. Lo conocemos porque dio de lo suyo, no por su nombre.
Cuando no te interesa que te nombren, podés llevar alimento a multitudes.
El anónimo es totalmente conocido por Dios. ¡Eso es hermoso!
El nene trajo lo que tenía, no lo que quería tener. Él entrega lo que tiene, hace altar.
Hoy tenemos que rendir lo que tenemos hoy.
No sabemos cuándo nos rendimos qué va a pasar, morimos a nuestras expectativas.
No midas con la vara del sistema.
No te compares nunca con el sistema. Lo único que tenés que saber es si Cristo está creciendo en vos. ¡Esa evaluación la hace el Señor!
Vos no te rendís a la gente, a la maldad, al problema ni a un juicio te estás rindiendo delante del Señor.
El único que rindió lo que tenía fue el nene. ¿Los demás no habían traído algo? Nunca lo pusieron a disposición del Señor.
Proverbios 11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más;
Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
Es ahora la rendición. “Rendilo delante de mí y llenaré tu vida de bendición”
La carga difícil de aceptar:
Ej: cuando Dios le pide a Abraham sacrificarse a su hijo.
Las cargas que son difíciles de digerir porque hay que rendirse.
La de callar cuando yo quiero hablar.
Mateo 27:12-14 12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? 14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Quiero defenderme decir la verdad y aclarar pero el Señor te pide silencio. Rendir tu voz y tu derecho. Pero el sistema te dice que debes defenderlos. Es contra la corriente.
La carga de orar por alguien y que no veas resultados.
Cuando orás como carga, el altar sostiene esa carga.
La carga de no hacer nada. A Moisés le pasó en el desierto 40 años.
Tiempos en los que no podés hacer “algo”. Pero el Señor te dice que no te muevas.
Él quiere moverse y que todo el resultado sea por Su movimiento y no por el nuestro.
También vivir con una carga que aún no se cumple. El entorno grita todo lo contrario. Ahí hay que mantenerse rendidos.
El que carga una palabra del cielo, también lleva el precio de espérala en la tierra.
Juan 6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
Juan 6:68 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
Están buscando el pan natural pero “yo soy el pan de vida”
Todos se fueron. No aceptaron la carga difícil de aceptar.
Pero ¿a dónde iremos? Solo a la persona y el lugar que es Cristo.
Si te tendía a pesar de lo dura que pueda ser la carga tendrás testimonio.
1 Reyes 17:15 15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
La carga fue “haceme a mí primero”.
¡La da sin culpa!
(Dios le había dicho que la vida lo sustentaría a él)
¿Cómo le voy a dar algo a alguien si estoy mal?
¿Cómo pueda darle si yo tengo deudas?
Dios ni se maneja con la lógica del sistema.
¡La carga ya se movía en la mujer, no cuestionó nada! Estaba rendida.
No necesito saber todo Señor. Me rindo sin entender.
1 Reyes 17:16 16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.
Este acto fue un acto de rendición total.
Si fuera por nuestra alma no estaríamos acá. Pero la carga nos mueve.
La vida de resurrección siempre viene vestida de muerte previa. (Sparks)
