¡Dios es fiesta!
¡Comemos a Cristo en esta fiesta! ¡Podemos comer todo lo que queramos!
¡Todo lo que rodea al Señor es fiesta! No hay oscuridad, tristeza ni preocupación.
Son los lugares celestiales. Ahí siempre hay gozo, abundancia y bendición.
La fiesta de las primicias: está asociada a la fiesta de Pentecostés.
Deuteronomio 26: 1-3 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites, 2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. 3 Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría.
Entré en la herencia que Dios ya me prometió.
Traían parte de la primera cosecha (una gavilla) del año y la llevaban al sacerdote y él movía la canasta ofreciéndolo a Dios.
Era completa. No era distinto o diferente.
El Significado de esta fiesta era que tenemos un Dios siempre cumple lo que promete.
La primicia había que darla cuando ya estaban instalados en la tierra prometida.
Esta primicia es producto de lo que Dios nos prometió y cumplió en nuestras vidas.
Dios siempre nos hace prosperar en todas las áreas de nuestra vida.
Esta es la proclamación que tenían que hacer cuando el sacerdote tomaba la canasta:
Deuteronomio 26:5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;
Él nos va a dar y hacer una nación grande fuerte y poderosa. ¡Yendo de bendición en bendición!
Necesita solo encontrar a alguien que le diga “crecé en mí”
Las primicias hablan de un Dios que saca de la esclavitud. ¡Un Dios que libera! Ellos habían sido liberados. ¿De qué esclavitud nos liberó el Señor?
Nos hizo libres por eso traemos primicias al Señor.
Hay un poder en lo primero cuando se lo damos a Dios.
Josué 6:19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová.
No tenían que tocar nada de eso, era de Dios. Las cosas del Señor no se tocan.
¿Qué es lo primero en mi vida? ¿Qué es lo primero en mi día? ¿Cuándo me levanto? ¿Cuándo tengo una situación difícil?
¡Él es el alfa y omega! ¡Es el primero Él!
Si empiezo con ÉL primero, todo mi día transcurría en Victoria. Tiene que ser lo primero que oigas. Lo que hagas primero en el día será tu Señor. Tú primer pensamiento, tu primera palabra, tu primer agradecimiento sea para el Señor.
Elías y la viuda, le pide “haceme a mí primero”. ¡Dios te pide lo primero para luego traer lo extraordinario! Un acto de rendición de la viuda.
¿Esto lo uso o lo ofrendo? ¿Leo la palabra o veo Netflix? ¿Hago el portal o me voy a hacer las compras?
¡¡¡Cuando le das lo primero nunca vas a perder!!!
Proverbios 3:8-10 Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
9 Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
Con las primicias de TODOS tus frutos…
El que honra al Señor aunque el enemigo prepare crisis por ponerlo primero a Él, traerá bendiciones siempre. Si no tiene el primero lugar y estás tocando lo de Dios.
¿Cuándo se daban las primicias? Cada vez que venía algo nuevo.
Primicia de espacio, primicia de tiempo, del trabajo y recursos.
Las primicias no eran obligatorias. Era voluntario. Ni siquiera nos obliga. ¡Pero cómo no te vamos a dar si todo lo que tenemos te pertenece!
Las primicias son señal de resurrección de que estás en la tierra prometida. Que es Cristo.
1 Corintios 15:20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Él es la primicia. Después de Él nosotros. El Cristo resucitado.
Cada vez que traés primicias al Señor estás anunciando resurrección por tu vida.
Las primicias son mis experiencias con Cristo. Eso le traemos a la fiesta.
Dejá en la cruz toda tu vida natural y permití que las experiencias con el Cristo resucitado te llenen.
Cuando ve que les estás ofreciendo Cristo Él huele perfume agradable porque huele a Su Hijo en vos.