Dios quiere forjar a Cristo en mí. Me quiere llenar todo de Cristo.
Será a través de la luz interna y a través de las adversidades.
Cristo es la Luz del mundo que ya habita adentro nuestro. ¡No hace falta pedirla! A veces esa luz no se puede expresar. Porque hay velos que la tapan.
Ana solo deseaba tener un hijo y su vida estaba eclipsada por Penina. Mirándola todo el tiempo. Era su velo. Hasta que un día va al templo y deja de mirar y escuchar a Penina para ir a escuchar la voz de Dios y es iluminada y sabe qué orar. Eso que vio se le forjó.
Dios necesitaba un profeta y Ana hace la oración del deseo de Dios. Dios le cumple su deseo porque era Su deseo. Ana se rinde y deja de escuchar y mirar a otros. Penina ya no existe más luego de esto. Ella se volvió al Señor y el velo le fue quitado.
2 Corintios 3:16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.
Cuando dejamos de darle la espalda a la luz el velo es quitado.
¿Qué te eclipsa hoy? ¿Qué no permite que la luz se exprese y forje a Cristo.
¿El gesto de alguien? ¿El trabajo que no viene? ¿Eso que te dijeron? ¿Qué te molesta? ¿Qué ocupa tu tiempo? ¿Qué ocupa tu pensamiento?
Si dentro mío hay oscuridad voy a estar eclipsado por los que veo.
Pero si hay luz nada me eclipsa.
Si busco luz mirando el problema… le estoy dando la espalda al Señor. Para que el velo sea quitado tenés que darte vuelta y mirar al Señor. Que no es solución, es una persona que tiene que crecer en nosotros. Cuanto más lo miremos a Él más bendiciones habrá en nuestra vida.
¡A veces hay que darse órdenes a uno mismo!
Salmos 43:3 Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.
Es la luz la que nos guía. Dejá de mirar lo que te eclipsa. “Señor,
permitirme mirarte solo a vos!”
Voy a abrir mi ser al Señor. “Abro mi espíritu a tu luz”
A veces no queremos que el Señor nos ilumine. No queremos que toque cierta área de nuestra vida y ya tenemos decisiones tomadas.
Cuanto más nos exponemos a luz más Cristo crece porque más se forja en nosotros y más Cristo tenemos.
Te vas a dar cuenta que estás expuesto a la luz porque no vas a ver las fallas de otros sino tus propias deficiencias. No podés mirar para afuera. Si mirás mucho afuera es porque hay oscuridad adentro.
Tengo que amar ser iluminado. ¡Permití que Dios ilumine!
También trabaja con las adversidades.
Dios no nos salva para que tengamos una alta moralidad. Él viene para que la vida de Él crezca dentro nuestro.
En el edén había dos árboles. Dos caminos y consecuencias diferentes.
Uno es el comportamiento y el otro la vida.
Comportamiento es lo que se produce cuando hacemos un esfuerzo humano.
La vida es el crecimiento de la vida de Dios dentro nuestro.
¿Como hago para diferenciar si es comportamiento o la vida?
- Por el sabor y el olor. La vida de Cristo tiene olor y sabor a Cristo y el comportamiento tiene olor y sabor a ser humano (a esfuerzo).
- Con la prueba del cambio de ambientes: todo lo que viene de la vida va a resistir cualquier cambio de ambiente. La vida permanece sin cambios. Si el Ambiente cambió y persiste la paz estás en vida.
Las adversidades vienen para que veamos qué de Cristo se forjó y qué aún no y está nuestro esfuerzo humano en un comportamiento.
Cuando Cristo se ha forjado en medio de las adversidades viene el ministerio.
Daniel 6:10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Esto es Cristo forjado. Vino una situación difícil, pero salió el Cristo forjado. ¡Siguió haciendo lo que hacía! Tenía forjada la oración.
Ya venís los martes. Ya tenés el portal, ya oráss antes de casa situación, ya está forjado todo esto en nosotros.
¡Rendite rápido! ¡No des vueltas! Mirá a Cristo. No te mantengas encerrado en cosas, que no te quiten vida de Cristo. El forjamiento depende de lo rápido que me rinda.
Isaías 60:1-5
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. 3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
4 Alza tus ojos alrededor y mira, todos estos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. 5 Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti.
“Levántate” es el poder de la resurrección. Dejá de dar vueltas en las circunstancias.
“Andarán a tu luz” Mateo 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
La luz crece y ahora sos la luz del mundo.
“Riquezas” en mí. Son Cristo. Recursos. Cada circunstancia oscura o difícil traer forjamientos de riquezas para nosotros y para otros.
Rendición de Pedro: Cuando tenés poca luz haces lo que querés,
Pero cuando seas maduro y tengas a Cristo forjado, no Importa donde te lleven, estarás dispuesto a que te lleve el Señor donde quiera.
Una iluminación del Señor trae una verdad y esa verdad una riqueza para enriquecer tu vida y la de otros. Ahí está el Ministerio.